Una casa pasiva es mucho más que una vivienda de consumo de energía casi nulo. Los criterios técnicos, constructivos y de diseño que sigue el estándar Passivhaus convierten el edificio en un lugar muy confortable y saludable. Este tipo de edificios garantiza además una factura energética muy reducida para el usuario.
Definición oficial de una casa pasiva: Un edificio que es capaz de acondicionar térmicamente los espacios solo a través de un caudal de aire mínimo necesario para mantener una buena higiene interior.
Una vivienda Passivhaus proporciona a los usuarios un alto nivel de confort, un ambiente saludable y un ahorro significativo en la factura energética.
Confort
El alto nivel de confort que proporciona a los usuarios (clase-A según Ashrae-ISO-7730) les permite vivir en un ambiente cálido en invierno (20ºC), sin radiaciones de frío desde la fachada ni molestias de corrientes de aire, y, al mismo tiempo, un ambiente muy agradable en verano (<25ºC).
Salud
El sistema de ventilación, insuflando aire fresco y limpio de forma imperceptible y constante, proporciona al usuario una alta calidad del aire en el interior filtrando el 90% de los pólenes y de las partículas nocivas que se puedan encontrar en el aire, especialmente en grandes ciudades con altos niveles de contaminación.
Ahorro
El ahorro energético que proporciona a los usuarios repercute de forma directa en un ahorro en la factura de un 85-90% para calefacción y climatización con respecto a una vivienda convencional.
Ecología
Tres argumentos que permiten la creación de un futuro respetuoso con el medio ambiente:
El ahorro energético, teniendo en cuenta que el 40% de la energía consumida en la UE corresponde a los edificios
El empleo de materiales ecológicos
El uso de energías renovables
Con la experiencia actual de edificios tipo Passivhaus construidos en España, se estima un sobrecoste para las casas pasivas de entre el 5% y el 15%. Existen varios factores muy complejos que determinan los costes de un edificio, por lo tanto pueden haber argumentos «no-passiv» que determinan de modo mucho más importante el coste final de una obra.
Las casas pasivas están diseñadas para mantener un alto nivel de confort térmico con las ventanas en épocas frías del año. En climas cálidos o bien del tipo «happy climate», la ventilación natural puede jugar un papel clave para la ventilación de los Passivhaus. Además, la ventilación nocturna a través de las ventanas forma parte de las estrategias pasivas claves para mantener un alto nivel de confort interior.
La ventilación mecánica ayuda a mantener un aire más renovado y más fresco en el interior de la vivienda contribuyendo a la eliminación de los olores. En el caso de los olores en la cocina, las campanas de carbono que se instalan habitualmente en las casas pasivas, combinadas con la ventilación mecánica, resultan más eficientes que una campana convencional para su eliminación.
Una Passivhaus en un clima cómo el de la Península Ibérica no puede prescindir de un sistema de acondicionamiento térmico, aunque suele ser de dimensiones muy reducidas.
El objetivo de las casas pasivas es poder garantizar el confort climático durante la mayor parte del año a través de estrategias pasivas. Sin embargo, en climas cálidos y según la severidad del clima, puede ser necesario un sistema convencional de refrigeración adicional. La herramienta de calculo PHPP nos indica la necesidad de este tipo de estrategias, cuando se pretende certificar con el estándar Passivhaus.